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Cada 24 de septiembre, República Dominicana se detiene para rendir homenaje a Nuestra Señora de las Mercedes, patrona espiritual del pueblo desde los albores de la independencia. Esta celebración no es solo religiosa: es un acto de memoria, identidad y resistencia.
📜 Origen y significado
La devoción a la Virgen de las Mercedes llegó desde España en el siglo XIII, cuando San Pedro Nolasco fundó la Orden de la Merced para liberar cautivos. En suelo dominicano, su figura se transformó en símbolo de protección y esperanza, especialmente durante momentos de crisis como terremotos, epidemias y guerras.
Fue proclamada Patrona Nacional en 1844, año de la independencia, consolidando su papel como madre espiritual de la nación.
🏞️ El Santo Cerro: epicentro de la fe
Ubicado en La Vega, el Santo Cerro es el santuario más emblemático dedicado a la Virgen. Allí, según la tradición, Cristóbal Colón mandó erigir una cruz tras vencer a los taínos. Hoy, miles de peregrinos acuden cada año para agradecer favores, pedir milagros o simplemente renovar su fe.
✊ Más que religión: símbolo de libertad

La Virgen de las Mercedes no solo representa misericordia. En el imaginario popular, es también guía de los pueblos, protectora de los humildes y defensora de los cautivos. Su imagen ha acompañado luchas sociales, promesas personales y celebraciones comunitarias en todo el país.
🎉 Celebración popular
El 24 de septiembre es feriado nacional. Se celebran misas, procesiones, altares caseros y encuentros familiares. En barrios y campos, se encienden velones, se cantan salves y se comparte comida como expresión de gratitud.
La devoción trasciende generaciones, conectando abuelas, nietos y vecinos en un mismo acto de fe.
🌺 Identidad dominicana en clave espiritual
La Virgen de las Mercedes es también patrona de varios municipios y del Cuerpo de Bomberos. Su presencia en el arte, la música y la narrativa popular la convierte en un ícono cultural que une lo espiritual con lo cotidiano.