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Santo Domingo, R.D. — En un contexto político marcado por críticas y ataques provenientes de sectores opositores, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) enfrenta el desafío de reafirmar su cohesión interna y su compromiso con el liderazgo del presidente Luis Abinader, quien ha demostrado con hechos su vocación de servicio, transparencia y firmeza en la conducción del Estado.

El presidente Abinader ha impulsado políticas que fortalecen la institucionalidad, modernizan la administración pública y promueven el desarrollo económico y social. Bajo su gestión, la República Dominicana ha avanzado en áreas clave como:

• Transparencia y lucha contra la corrupción: consolidando mecanismos de control y rendición de cuentas.
• Estabilidad económica: con medidas responsables frente a la inflación y el fortalecimiento de sectores productivos.
• Protección social: ampliando programas de apoyo a familias vulnerables y garantizando acceso a servicios básicos.
• Modernización institucional: desde la reforma penitenciaria hasta la digitalización de procesos estatales.
• Defensa de la soberanía y estabilidad democrática: reafirmando el compromiso con un país seguro y con instituciones sólidas.

En este escenario, resulta preocupante el silencio de varios aspirantes presidenciales del PRM, quienes han optado por la ausencia en debates cruciales como la indexación salarial, la reforma del Código Laboral, la discusión sobre la Suprema Corte de Justicia y la política arancelaria. La ciudadanía espera de sus líderes coherencia, valentía y respaldo a la gestión que hoy encarna la esperanza de millones de dominicanos.

Es justo reconocer la actitud responsable y comprometida de la vicepresidenta Raquel Peña, del director de Aduanas Eduardo Sanz Lovatón y del presidente del consejo directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), Guido Gómez Mazara, quienes han defendido públicamente las políticas del Gobierno. Su ejemplo debe ser replicado por todos los dirigentes que aspiran a representar al oficialismo en el próximo ciclo electoral.

El PRM no puede darse el lujo de la indiferencia. Defender al presidente Abinader es defender la estabilidad económica, la institucionalidad democrática y el futuro de la República Dominicana. La unidad partidaria es la mejor respuesta frente a los ataques opositores y la garantía de continuidad de un proyecto que ha demostrado resultados tangibles y beneficios para la nación.

Hoy más que nunca, el llamado es claro: salgan a defender su partido y a su presidente. La historia no perdona la indiferencia, pero sí reconoce la lealtad y el compromiso con el país.