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Este domingo, el presidente Luis Abinader presentó un plan integral de 15 medidas para abordar la migración ilegal y las repercusiones de la crisis en Haití, reafirmando el compromiso del gobierno dominicano con la protección de la soberanía nacional y la seguridad fronteriza.
Entre las acciones anunciadas destacan:
- Refuerzo de la vigilancia fronteriza: Se desplegarán 1,500 soldados adicionales, aumentando la presencia militar en la zona y fortaleciendo la seguridad.
- Avance en la construcción del muro fronterizo: El proyecto del muro será acelerado con la construcción de 13 kilómetros adicionales para blindar los puntos críticos de la frontera.
- Endurecimiento de sanciones legales: El presidente anunció una reforma urgente al marco legal migratorio, enfocada en penalizar severamente a quienes faciliten el ingreso irregular de inmigrantes.
- Control en hospitales: Se establecerán protocolos estrictos para la atención de inmigrantes ilegales, exigiendo identificación y cumplimiento de requisitos.
- Creación de un Observatorio Ciudadano: Este órgano autónomo supervisará la ejecución de las políticas migratorias, garantizando transparencia y efectividad en las acciones del gobierno.
Estas medidas forman parte de una respuesta enérgica del gobierno a una crisis que ha impactado significativamente a la República Dominicana, desde la presión en los servicios de salud hasta el aumento de la inseguridad en las zonas fronterizas.

El presidente Abinader resaltó que estas acciones buscan salvaguardar los intereses nacionales sin menospreciar la complejidad humanitaria que enfrenta Haití. En este sentido, reafirmó la necesidad de que la comunidad internacional asuma un rol más activo y efectivo en la solución de la crisis haitiana, un problema que trasciende fronteras.
Esta declaración se produce en un contexto donde el tráfico de personas y la migración irregular han alcanzado niveles alarmantes. En las últimas semanas, las fuerzas armadas dominicanas han intensificado sus operativos, logrando la detención de centenares de individuos involucrados en actividades ilícitas relacionadas con el cruce de la frontera.
La implementación de estas 15 medidas representa un esfuerzo por equilibrar las necesidades de seguridad con un enfoque que respete los derechos humanos y la dignidad de las personas. Sin embargo, el éxito de estas acciones dependerá en gran medida de su ejecución efectiva y del respaldo que puedan recibir de los distintos sectores de la sociedad dominicana.
Con esta estrategia, el gobierno busca transmitir un mensaje claro: la República Dominicana no está dispuesta a ceder terreno frente a una problemática que pone en riesgo su estabilidad. ¿Estas medidas serán suficientes para controlar la situación? El tiempo, junto con la voluntad política y social, lo dirá.