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SANTO DOMINGO ESTE — En un gesto que conjuga renovación pastoral y reconocimiento al dinamismo social del Este de la capital, el Vaticano ha anunciado la creación de la nueva Diócesis Stella Maris, abarcando los municipios de Santo Domingo Este, Boca Chica y San Antonio de Guerra. Esta decisión, oficializada el 27 de agosto de 2025 por el Papa León XIV, responde al crecimiento poblacional y a la necesidad de una atención más cercana y contextualizada a las comunidades de esta zona.

La nueva diócesis contará con 64 parroquias, más de 90 sacerdotes, y una población católica estimada en un millón de personas. Su sede será la Parroquia Stella Maris, convertida en catedral bajo una advocación mariana que evoca guía, consuelo y esperanza en medio de las tempestades urbanas.

🧭 Un obispo con vocación de calle

El elegido para liderar esta nueva jurisdicción eclesiástica es Mons. Manuel Antonio Ruiz de la Rosa, sacerdote oriundo de Los Haitises, Bayaguana. Su trayectoria está marcada por una pastoral creativa, profundamente encarnada en las realidades del pueblo. Ruiz ha sido impulsor de proyectos como Movearte (arte itinerante en barrios vulnerables), el barco-hospital sobre el Ozama, y la Posada de Belén, una casa de acogida para madres adolescentes y personas en situación de calle.

Su estilo combina espiritualidad, acción social y sensibilidad estética. “La fe no se predica desde el púlpito, se vive en la calle”, ha dicho en más de una ocasión, y su nombramiento parece confirmar que el Vaticano apuesta por una Iglesia más cercana, más audaz y más comprometida con los márgenes.

🌆 ¿Qué significa Stella Maris para el país?

La creación de esta diócesis no es solo una reorganización administrativa. Es también un reconocimiento a la complejidad del Este: una zona donde conviven barrios populares, polos turísticos, zonas industriales y comunidades rurales. Es un territorio marcado por desafíos como la desigualdad, la migración, la violencia juvenil, pero también por una vibrante vida comunitaria, expresiones culturales propias y una fe que se reinventa cada día.

Stella Maris puede convertirse en un laboratorio pastoral, en un espacio de diálogo entre Iglesia y sociedad, en un puente entre tradición y modernidad. Su nombre —“Estrella del Mar”— evoca protección en medio de la incertidumbre, y su misión parece clara: ser faro, ser refugio, ser impulso.

📣 Más allá de lo religioso

El nombramiento de Ruiz y la creación de Stella Maris también tienen implicaciones culturales y políticas. En un país donde la Iglesia sigue siendo actor relevante en debates éticos, sociales y educativos, esta nueva diócesis podría convertirse en voz crítica, en promotora de derechos, en aliada de procesos comunitarios.

¿Será Stella Maris un modelo de Iglesia en salida? ¿Podrá articular fe, arte, salud y dignidad en un territorio tan diverso? Lo cierto es que comienza una etapa inédita, y el Este dominicano tiene ahora un nuevo rostro episcopal que promete caminar con su gente, no por encima de ella.

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