El béisbol dominicano ha perdido a una de sus más grandes leyendas con el fallecimiento de Ricardo Adolfo Jacobo Carty, conocido cariñosamente como «Rico Carty». A los 85 años, Carty dejó un legado indeleble tanto en su tierra natal como en las Grandes Ligas de béisbol de Estados Unidos.
Nacido el 1 de septiembre de 1939 en San Pedro de Macorís, Rico Carty demostró desde temprana edad su talento innato para el béisbol. Su carrera en las Grandes Ligas comenzó en 1963 con los Bravos de Milwaukee, y rápidamente se destacó como uno de los bateadores más temidos y respetados de su generación. En 1970, alcanzó su mayor logro al liderar la Liga Nacional en promedio de bateo con .366, un testimonio de su habilidad, constancia y determinación.
A lo largo de sus casi 20 años en las Grandes Ligas, Carty jugó para varios equipos, incluyendo los Bravos de Atlanta, los Rangers de Texas, los Cachorros de Chicago, y los Atléticos de Oakland, entre otros. Fue seleccionado para el Juego de Estrellas en 1970 y dejó una marca imborrable en el corazón de los aficionados al béisbol.
En la Liga Dominicana, Rico Carty también brilló con luz propia. Jugó para equipos icónicos como las Estrellas Orientales, el Escogido, el Licey y las Águilas. Su impacto en el béisbol dominicano fue inmenso, y aún hoy, su nombre es sinónimo de excelencia en el deporte.
Carty no solo fue un gran atleta, sino también un embajador del béisbol y un ejemplo a seguir para las futuras generaciones. Su pasión por el juego, su dedicación y su carisma lo convirtieron en un ídolo tanto dentro como fuera del campo. Su partida deja un vacío irremplazable en la comunidad del béisbol, pero su legado vivirá por siempre en los corazones de quienes lo admiraron y se inspiraron en él.
Descansa en paz, Rico Carty. Tu estrella brillará por siempre en el firmamento del béisbol.