La posible fusión entre los ministerios de Hacienda y Economía, Planificación y Desarrollo, tal y como lo propone el Gobierno, sería “coherente” y podría ser viable, ya que hay “puntos de convergencia entre el trabajo de uno y el de otro”. Sin embargo, esa unificación también tendría sus riesgos.
Quien así habla es un exministro de Economía, el profesor Isidoro Santana, quien señala que el manejo de la deuda por parte de Hacienda corresponde al financiamiento del desarrollo a cargo de Economía; y que lo mismo sucede con la correspondencia entre el sistema de inversión pública, que maneja Economía, y el sistema de Presupuesto que maneja Hacienda.
Santana ve factible la fusión, pero hace notar los riesgos a tomarse en cuenta. Por ejemplo, destaca la necesidad de tener una cartera que tenga la mira puesta en el largo plazo, y que asimismo planifique el desarrollo nacional.
‘Tijerazos’
Explica que hasta 1992 los impuestos eran altísimos, pero que casi nadie los pagaba porque los sectores tenían sus incentivos; entonces se bajaron los impuestos, pero se amplió su aplicación. Posteriormente, sin embargo, sucedió que algunos sectores volvieron a cabildear los incentivos. Ahora, se ha llegado a que hay bajos impuestos relativos, pero se otorgan incentivos, por lo que hay bajas recaudaciones de impuestos.
Por tanto, lo que procede es cobrar los impuestos a todo el mundo y eliminar leyes de incentivo: de esta manera, el Estado incrementaría las recaudaciones.
Según él, los ‘tijerazos’ institucionales planteados por el Gobierno son “como una forma de convencer a la gente para, cuando le tenga que pedir que pague más impuestos, la gente ya no se queje tanto de que es para mal usarlo y esas cosas”.
Estima que esos recortes no significarían mucho en la eficiencia del Estado, pero reconoce que el país tiene demasiados ministerios. Pone como ejemplo que, en los años setenta y ochenta, la entonces Secretaría de Educación hacía el trabajo de cuatro ministerios.