#LaHoraDeLaTecnología
“La mayoría de personas no sabe que sus datos están en venta en la ‘dark web’ desde hace años. Estamos tranquilos, pero deberíamos estar aterrados.” Con esta frase, la experta en ciberseguridad Selva Orejón sacude la aparente calma digital en la que vivimos. Su advertencia no es una exageración: es un llamado urgente a despertar frente a una realidad que se esconde tras cada clic, cada formulario, cada selfie compartida.
¿Quién es Selva Orejón?

Perito judicial especializada en reputación, identidad digital y ciberinvestigación, Orejón ha dedicado más de 18 años a combatir las amenazas invisibles que acechan a ciudadanos, empresas e instituciones. Desde su trabajo en OnbrandinG hasta su rol como divulgadora en medios internacionales, ha denunciado cómo las mafias digitales operan como multinacionales, con soporte técnico, atención al cliente y estructuras organizadas que superan la ficción.
¿Qué está pasando con nuestros datos?
Según Orejón, millones de datos personales —nombres, correos, contraseñas, direcciones, hábitos de consumo, incluso imágenes íntimas— circulan desde hace años en foros clandestinos de la dark web. Muchos fueron obtenidos mediante ataques de phishing, suplantación de identidad, encuestas falsas o simplemente por descuidos cotidianos. Lo más inquietante: la mayoría de las personas no tiene idea de que su información está comprometida.
En palabras de la experta, los datos que tenemos públicos en internet son más que suficientes para que cualquier grupo criminal se aproveche de ellos. Basta con que un ciberdelincuente acceda a tu teléfono móvil para tener control sobre tus finanzas, redes sociales, comunicaciones y hasta tu identidad digital.
El impacto comunicacional
La frase “deberíamos estar aterrados” no busca sembrar pánico, sino conciencia. En una era donde la inteligencia artificial puede generar deepfakes, manipular emociones y automatizar ataques, el silencio informativo es el mayor aliado del crimen digital. La tranquilidad que sentimos es, en muchos casos, producto de la desinformación o del exceso de confianza en sistemas que no fueron diseñados para protegernos de amenazas tan sofisticadas.
Desde una perspectiva comunicacional, el reto es doble: informar sin alarmar, y empoderar sin trivializar. Orejón insiste en que tan importante como contener una cibercrisis es saber comunicar sin perder credibilidad. En ese sentido, medios como La Hora del Sur tienen un rol clave en traducir la complejidad técnica en mensajes accesibles, éticos y culturalmente relevantes.
¿Qué podemos hacer?
- Nunca sigas enlaces sospechosos recibidos por SMS o correo
- Revisa tus contraseñas y activa la verificación en dos pasos
- Infórmate sobre tus derechos digitales y exige transparencia a las plataformas que usas
- Desconfía de encuestas, sorteos o mensajes urgentes que soliciten datos personales
Local
En Santo Domingo, como en cualquier rincón del mundo, la ciberseguridad ya no es un lujo: es una necesidad. La identidad digital de nuestros jóvenes, la reputación de nuestros medios, la privacidad de nuestras familias están en juego. Frente a mafias invisibles que operan como corporaciones, necesitamos ciudadanía informada, medios responsables y políticas públicas que protejan lo que no vemos, pero que nos define.