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En una decisión que marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica en República Dominicana, el Papa Francisco ha nombrado al obispo Tomás Morel Diplán como arzobispo coadjutor de Santo Domingo, con derecho de sucesión. Esta designación implica que, una vez aceptada la renuncia del actual arzobispo Francisco Ozoria Acosta —quien cumplirá 75 años en 2026, edad límite establecida por el Derecho Canónico—, Morel Diplán asumirá automáticamente como arzobispo titular de la arquidiócesis primada de América.
La figura del arzobispo coadjutor no solo representa un acompañamiento pastoral, sino que conlleva atribuciones de gobierno compartido y una preparación directa para asumir el liderazgo pleno de la arquidiócesis. En este caso, se trata de una transición ordenada y estratégica, que busca garantizar continuidad, estabilidad y cercanía con las comunidades en un momento clave para la Iglesia dominicana.
🧭 Trayectoria pastoral y compromiso social

Mons. Tomás Morel Diplán es actualmente obispo de La Vega, cargo que asumió en diciembre de 2024, luego de haber servido como obispo auxiliar en la arquidiócesis de Santiago. Su labor pastoral ha sido reconocida por su estilo cercano, su sensibilidad ante las realidades sociales y su capacidad para articular la fe con el compromiso comunitario.
Durante su paso por Santiago y La Vega, Morel Diplán se ha destacado por impulsar iniciativas de formación, acompañamiento a sectores vulnerables y diálogo con actores sociales. Su perfil combina profundidad teológica, experiencia pastoral y una visión inclusiva que lo posiciona como un referente dentro del episcopado dominicano.
Una arquidiócesis con peso histórico y desafíos actuales
La arquidiócesis de Santo Domingo, erigida en 1511, es la más antigua del continente americano y tiene un peso simbólico y pastoral que trasciende fronteras. Alberga la Catedral Primada de América y ha sido escenario de importantes procesos eclesiales, sociales y culturales.
El nuevo liderazgo que se prepara deberá enfrentar retos como la renovación del compromiso con la juventud, el fortalecimiento de la pastoral social, el acompañamiento a migrantes y el diálogo con una sociedad cada vez más plural y exigente. En ese contexto, la figura de Morel Diplán aparece como una apuesta por la cercanía, la escucha activa y la construcción de puentes entre la Iglesia y el pueblo dominicano.
Transición con visión y continuidad
La decisión del Papa Francisco responde a una lógica de previsión y acompañamiento. Al nombrar un coadjutor con derecho de sucesión, se evita cualquier vacío de liderazgo y se promueve una transición pastoral que respeta los tiempos, las personas y las comunidades.
Mons. Francisco Ozoria, quien ha liderado la arquidiócesis desde 2016, ha sido una figura clave en la promoción de la pastoral social, el diálogo interreligioso y la defensa de los derechos humanos. Su legado será continuado por un obispo que conoce profundamente la realidad dominicana y que ha demostrado capacidad para integrar fe, justicia y servicio.