#LaHoraInformativa

En medio del inicio del año escolar 2025–2026, el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) se convierte nuevamente en foco de atención pública, esta vez por una transformación que va más allá de la logística educativa: una apuesta política por la eficiencia, la equidad y la credibilidad institucional.

La designación de Rafael Adolfo Pérez de León como nuevo director del INABIE, mediante el decreto presidencial 461-25, marca un giro estratégico en la gestión del bienestar estudiantil. Con experiencia previa en Promese/Cal, Pérez de León asume el cargo con el compromiso de garantizar el acceso equitativo a servicios esenciales para la población escolar.

Pero esta renovación no ocurre en el vacío. La vicepresidenta Raquel Peña, figura clave en el gabinete del presidente Abinader, ha asumido un rol activo en supervisar y respaldar las operaciones del INABIE. Su presencia en los almacenes de distribución en San Cristóbal y sus declaraciones públicas sobre la entrega de uniformes escolares reflejan una narrativa política clara: el gobierno no solo reconoce las fallas, sino que actúa para corregirlas.

“Nos pusimos de acuerdo con todos los suplidores. Lo importante es que los uniformes están aquí, hechos por manos dominicanas”, afirmó Peña, subrayando el valor de la producción nacional y el compromiso con la transparencia en las contrataciones públicas.

Este esfuerzo se da en un contexto de críticas por entregas incompletas y problemas de tallaje en los kits escolares. Sin embargo, el discurso oficial ha virado hacia la solución, con promesas de cobertura total en menos de un mes y una entrega diaria de más de 25,000 kits.

La narrativa política que emerge es doble: por un lado, la vicepresidenta se posiciona como garante de la operatividad estatal, y por otro, el nuevo director del INABIE encarna una gestión técnica con vocación de servicio. Juntos, proyectan una imagen de gobierno que escucha, responde y corrige.

En un país donde la educación pública es eje de movilidad social, el desempeño del INABIE no es solo administrativo: es profundamente político. Y en este nuevo ciclo, Raquel Peña y Rafael Adolfo Pérez de León parecen decididos a convertir los desafíos logísticos en oportunidades de legitimación institucional.

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